Por Juan Villacorta Paredes
Al tratar del bodegón realista, no nos referimos al parecido de las figuras con las cosas reales sino más bien al sentido emotivo, evocador, significativo que tienen los objetos representados con la vida real o sentimental del ser humano.
El bodegón realista tiene por fin destacar el aspecto dramático y simbólico de cada cosa y de estas en conjunto, personificándolas con caracteres de significado afectivo y social.
El cuadro que apreciamos "Viejos modelos" es muy realista figurativamente, pero es más desde el punto de vista interpretativo. Cada objeto es un personaje con alma y sentimiento, con emoción y tragedia, con intención y sentido de su existencia. Parecen haberse reunido para evocar tiempos idos y gozar del recuerdo. Ahora ya no lucen entre vítores de su éxito estridente sino en la dura frialdad de una puerta vieja casi destartalada.
Cuánta belleza espiritual; cuánta sensibilidad humana; cuánto sentido comparativo.
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