Por Juan Villacorta Paredes
Al apreciar sencillamente una obra de arte en pintura, conviene por lo menos considerar tres elementos estéticos principales:
LÍNEA, COLOR Y COMPOSICIÓN
Claro está que estos tres factores, no son los únicos. En verdad son muchos y que realmente perteneces a la crítica especializada. Sin embargo, esto no significa extrema dificultad y que nosotros no podamos hacer referencia de ellos, sino que por el contrario, recurriremos con frecuencia a su uso a fin de hacer más completa, amena y variada nuestra exposición, conservando siempre la línea de naturalidad y sencillez y cuidando celosamente de no caer en el rebuscamiento de ideas y palabras, en la pedantería y el palabreo vacío y engorroso.
Al tener que mencionar nuevamente la línea como elemento estético, recordemos que su estudio lo hemos realizado con suficiente amplitud en las entradas sobre "El significado de las líneas" de este mismo blog y que cuanto tengamos que decir en la práctica de apreciación, lo haremos en ajustada síntesis. Igualmente diremos del color y la composición.
LA LÍNEA
Hemos estudiado que la línea tiene su lenguaje o expresión estética y que por ella se puede manifestar una serie muy variada de sensaciones, empezando por el equilibrio más estático hasta el movimiento completamente desenfrenado.
La elegancia, el desequilibrio, la agresividad, la espiritualidad y muchos otros factores estéticos se indican mediante la línea. De modo que la línea puede ser elemento decisivo de belleza en un cuadro de arte, en una escultura, en una casa, en un edificio y en cualquier objeto al cual se ha querido dar originalidad y hermosura particular.
EL COLOR
El color es otro elemento importantísimo en la creación de la belleza. Lo es en la pintura de un cuadro de arte como en la decoración de una casa, de un ambiente y de cualquier cosa. El color puede ser también atributo suficiente de valor artístico en una obra de arte.
El color no solo permite la fiel representación de las cosas reales, sino que además, válido en su variedad infinita de tonos y valores, de armonías y contrastes, de sus posibilidades de versión espiritual, puede construirse en factor principal de apreciación estética.
Donde el color toma la jerarquía de su importancia es dentro del arte moderno, ya que este, sin considerar esencialmente la realidad, se ocupa de crear la belleza en forma pura y en función de solo los factores estéticos primordiales.
LA COMPOSICIÓN
La composición, o sea la distribución armónica de las figuras dentro de la superficie del cuadro, es otro carácter de alto valor estético.
Cuando se aprecia un cuadre de arte, no se puede prescindir del ordenamiento o arreglo de las partes o figuras que lo constituyen. Puede haber exquisito sentido de la línea y del color, pero, si el ordenamiento de planos, espacios y figuras que conforman líneas y colores no es armonioso, el efecto producido es desagradable. Parece la escena desordenada, da la sensación de existir un movimiento confuso que ha de originar en definitiva cansancio y aversión en el espectador. De modo que es muy importante considerar aunque sea sencillamente lo que concierne a la composición artística.
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